Diez 'red flags' para poder reconocer la violencia de género en el día a día de una relación

Los roles de género han jugado un papel fundamental en la perpetuación de ciertas dinámicas y actitudes que pueden derivar en relaciones tóxicas

Texto de Jaume Vidagañ

La educación sexual no se focaliza exclusivamente en las relaciones sexuales y la prevención de embarazos o de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), sino que también incluye las relaciones afectivas o los vínculos relacionales, que deben tratarse desde la base de relaciones horizontales y sanas —caracterizadas por el deseo mutuo, el placer, el consentimiento y el bienestar— y siempre desde un contexto de diversidad.

La violencia no siempre es física, ya que también puede darse a través de determinados comportamientos y actitudes. En este punto, muchas relaciones de pareja cuentan con unos trazos de violencia sutil, por lo que es muy importante aprender a detectarlos y decir basta.

El Instituto Valenciano de la Juventud, entidad dependiente de la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, lo tiene claro, y por eso el pasado 24 de noviembre, en el espacio semanal ‘Ací hi ha tema” de su canal de Twitch lo dedicó a tratar esta realidad.

La sexta edición de estas sesiones educativas, que llevaba bajo título «Relaciones Tóxicas», se realizó en la previa del 25N, dentro del marco contra la violencia machista. Sin embargo, el debate de esta sesión giró en torno a la violencia de género, que «solo incluye aquella que sufren las mujeres por parte de los hombres dentro de una pareja o ex pareja», explicó Samuel Valentín, técnico educativo de la Asociación Dessex, y que es el encargado de moderar las charlas.

Los roles de género han jugado un papel fundamental en muchos de los casos más graves de violencia de género. Desde la infancia, los niños y las niñas adquieren unos roles determinados —a través de la educación, el cine o la cultura, entre otros— que han propiciado que perpetuemos ciertas dinámicas y actitudes en nuestras relaciones, hasta el punto de llegar a convertirlas en tóxicas y hacer mucho daño. «Las chicas siempre hemos sido las débiles que esperamos a que el hombre venga a rescatarnos. Lo hemos vivido desde los tres años, cuando empezamos a ver series y películas», destacó la periodista Emma Tomàs, que participó en este debate.

Asimismo, Valentín subrayó que «si los referentes masculinos en las películas son aquellos que se lían a golpes y se matan cada vez que no tienen algo claro, es más fácil que los jóvenes puedan emprender este camino».


Indicadores de violencia sutil

La violencia sutil es aquella que está normalizada por la sociedad y que, por lo tanto, suele pasar desapercibida. Sin embargo, la violencia de género es gradual y el grado de violencia escala con el tiempo.

En este sentido, Samuel Valentín recogió un decálogo con las principales red flags, que deberían servir como indicadores de violencia sutil previos a episodios más graves de violencia de género. «Detectar las red flags —por parte de las víctimas o el entorno— puede evitar que estas situaciones vayan a más, denunciándolas y parándolas a tiempo», alertó Valentín.

De este modo, estas acciones incluyen criticar a sus anteriores parejas; pedir tus contraseñas; enfadarse por tus ‘me gusta’; burlarse de lo que te hace ilusión; decirte que le agobias si le pides más planes juntos; manipular tus palabras; negar la violencia de género; o tener que estar pendiente de su reacción en cada momento.

En cambio, existe también el polo opuesto a este tipo de comportamientos, conocidas como green flags. Estas incluyen algunos ejemplos propios de relaciones sanas, como escucharte y preocuparse por ti; apoyarte en las cosas que te gustan y alegrarse de tus éxitos; respetar los espacios personales; decirte cómo se siente de manera respetuosa; confiar en ti; comunicar lo que le gusta; hacerse responsable de lo que siente; y no controlar tus redes sociales.


Ayuda a las víctimas de violencia de género

«Las relaciones tóxicas son aquellas en las que se ejerce la violencia menos visible», aseguró Samuel Valentín durante la charla.

Así pues, desde dentro de una relación es muy difícil ver estas dinámicas. Si una persona está metida en una relación tóxica donde hay violencia machista no es porque quiera, sino porque no sabe cómo salir.

«Debemos ayudar a las víctimas de violencia machista a través del apoyo y la comprensión, nunca responsabilizándola por sufrir violencia», explicaron. Además, es importante validar sus emociones, ayudarla a identificar las red flags y denunciar al agresor.

Por último, es importante conocer los canales de denuncia y auxilio en caso de estar viviendo o conocer alguna situación de violencia machista, como son los teléfonos de contacto 016 o 900 580 888.

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