Texto de Jaume Vidagañ

En la actualidad, el 94 % de las personas que trabajan a tiempo parcial en España para atender al cuidado de mayores o menores de edad son mujeres. Además, estas representaron el 92,5 % de las 4.278 excedencias que se solicitaron con este motivo en España durante 2020, según datos del INE.

Hasta los años 70, tan solo 2 de cada 10 mujeres trabajaba fuera del hogar. Esto provocó una fuerte asimetría entre géneros en lo que respecta a las labores del hogar y el cuidado de familiares dependientes. Sin embargo, la integración de la mujer en el mercado laboral en las últimas décadas no se ha traducido en una reducción significativa de su participación en este tipo de tareas no remuneradas.

La OCDE estima que, sumando las horas de trabajo pagado y no pagado, las mujeres trabajan 2,6 horas diarias más que los hombres en promedio. En España, el 39,8 % de las mujeres dedican al menos una hora diaria al cuidado de personas, frente al 27,7 % de los hombres, según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE).

En este sentido, la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana ultima el borrador de anteproyecto de la futura ley valenciana de igualdad, cuyo objetivo es poner en valor los cuidados como «elemento indispensable para la sostenibilidad de la vida». Se está ultimando el primer borrador, con el que se iniciará la consulta pública previa al trámite para la aprobación del anteproyecto de ley.

Esta ley sustituirá la vigente norma, que data de 2003 y tiene entre sus objetivos eliminar cualquier forma de discriminación por razón de sexo y/o género, impulsando un cambio de paradigma en relación con los roles y estereotipos de género.

Un cambio de paradigma que ponga los cuidados en valor es uno de los objetivos de la ley de igualdad, que también apostará por la eliminación de cualquier forma de discriminación, la igualdad de género con un enfoque transversal y políticas públicas que permitan a mujeres y hombres participar en condiciones de igualdad en la vida familiar, social, comunitaria y económica.

‘Cuidarse es feminista’

El anuncio sobre el borrador de la nueva ley de igualdad tuvo lugar durante la presentación de la campaña institucional para la conmemoración el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer. Bajo el lema ‘Cuidarse es feminista’, esta pretende reivindicar el derecho de las mujeres a disponer de tiempo de calidad para destinarse al auto-cuidado, porque «es muy importante cuidar, pero también cuidarse a una misma».

«Que las mujeres dispongamos de tiempo para dedicarnos a nosotras mismas no es una responsabilidad exclusiva nuestra, sino que debe existir una responsabilidad social y de las administraciones públicas en la labor de garantizar que los tiempos sean equitativos y que no sean siempre las mujeres las que asuman los cuidados«, explicaron fuentes de la conselleria.

Combatir la brecha en los cuidados

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), no existe igualdad de género en los cuidados en ningún país. Esta actividad supone 16.400 millones de horas diarias de trabajo no remunado, el equivalente a una jornada laboral de 8 horas de 2.000 millones de personas.

Con esta nueva ley, la Generalitat se suma a esta iniciativa desde «una perspectiva ecofeminista que rompa con los roles y estereotipos de género y erradique las desigualdades sociales, culturales y de género». Además, el Consell asume la labor de «combatir la brecha en los cuidados» y por eso la ley plantea que las reducciones horarias para la crianza y los cuidados se amplíen en una hora diaria cuando las pidan personas del género infrarrepresentado en la demanda de medidas de flexibilización, que normalmente son hombres.

También impulsará bonificaciones fiscales a las empresas que incluyan medidas de compensación positiva al género infrarrepresentado, además de acciones que permitan valorar los cuidados como la elaboración de un informe anual sobre el impacto en el PIB de la economía de criar, cuidar y curar, lo que se conoce como ‘cuenta satélite’.

Conciliación laboral

Paralelamente, la ley promoverá el descanso en días festivos en el sector del comercio, especialmente en las grandes superficies, además de promover la jornada laboral de 32 horas, con el mantenimiento de derechos laborales y salariales.

Políticas de flexibilización horaria, presencialidad flexible y teletrabajo serán otras de las medidas que recoja la normativa, junto con el establecimiento del permiso de las y los trabajadores públicos por nacimiento, acogida y adopción en un mínimo de seis meses para familias biparentales y de hasta un año en el caso de las monoparentales.

Se prevé así la elaboración de una estrategia de usos del tiempo que parta de una encuesta periódica sobre el tiempo que la población dedica a actividades diarias, con el objetivo de una redistribución del tiempo sin brechas de género.

El fomento de la coeducación en todas las etapas educativas será otro de los objetivos de la ley para garantizar «un entorno que favorezca la elección libre y sin condicionamientos de las opciones académicas, especialmente en aquellas especialidades donde se detecten brechas de género».

En esta línea, el currículum coeducativo incluirá la adquisición de habilidades para la vida diarias siempre desde un enfoque de género interseccional, además de trabajar en la idea de que los productos de higiene menstrual sean de acceso universal, priorizando aquellos que son sostenibles medioambientalmente.

Esta visión de género trasversal tendrá su repercusión en el ámbito urbanístico, donde las administraciones públicas estarán obligadas a incluir un informe de impacto de género con enfoque interseccional y con indicadores de sostenibilidad.